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Corintios 15:51-52, Pablo nos da más
detalles explicando que “No todos
dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en
un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trom-
peta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos
transformados”.
Aquí el apóstol revela tres verda-
des fundamentales. Primero, con-
firma la enseñanza bíblica de que la
muerte es como el sueño (un estado
de inconsciencia total). Una vez más
se reitera que los muertos no están
despiertos en el cielo, sino dormi-
dos en la tumba. Luego, revela que
la primera resurrección ocurrirá
inmediatamente después del sonido
de trompeta que anunciará el regreso
de Cristo a la Tierra. Finalmente, nos
dice que quienes estén en la primera
resurrección serán
transformados
de
cuerpo físico a espíritu incorruptible
e inmortal (v. 53).
1 Tesalonicenses 4:16 además revela
que “el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resuci-
tarán primero”.
El regreso de Cristo será anunciado
con un toque de trompeta (Mateo
24:31; Apocalipsis 11:15), y cuando
esto suceda, Él descenderá a la Tierra
y resucitará a sus siervos, quienes lo
recibirán en el aire junto a los fieles
que aún estén con vida.
En otras palabras, la primera resu-
rrección es para todos los siervos de
Dios —los “llamados y elegidos y fie-
les” (Apocalipsis 17:14)— que hayan
vivido a través de la historia, inclu-
yendo a los cristianos de los últimos
tiempos que permanezcan fieles a
pesar de ser perseguidos y martiriza-
dos (Apocalipsis 12:17).
La primera resurrección es la
espe-
ranza
más maravillosa que alguien
podría tener; es algo que sin duda
debería inspirarnos y motivarnos a
permanecer fieles y obedecer a Dios
con diligencia. Por su parte, el após-
tol Pablo decidió sacrificarlo todo por
la justicia de Dios, por “si en alguna
manera llegase a la resurrección de
entre los muertos” (Filipenses 3:11).
Pero éste no es el fin de la historia.
Si existe una
primera
resurrección,
también debe haber una segunda. La
segunda resurrección es la respuesta
a otro de los grandes misterios de la
vida: ¿qué pasará con los millones de
personas que han muerto sin aceptar
o siquiera saber de Jesucristo?
La segunda resurrección
Los expertos estiman que más de
100 mil millones de personas han
caminado sobre la Tierra desde su
creación. Pero la gran mayoría de
ellas nunca escuchó hablar de Jesu-
cristo ni tuvo acceso a una Biblia
en su vida. ¿Cuál será el destino de
todas estas personas?