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debemos buscar primeramente en nuestra
vida (v. 13), el Reino de Dios es claramente
el descanso al que buscamos entrar.
El autor de Hebreos puntualiza después
que Dios descansó el séptimo día de su
obra de creación y por lo tanto “queda un
reposo para el pueblo de Dios” (Hebreos
4:9). La palabra griega traducida “reposo”
es
sabbatismos,
que significa literalmente
un “descanso sabático” de acuerdo con el
Louw and Nida’s Greek English Lexicon of
the New Testament
[Lexicón del Nuevo
Testamento griego inglés de Louw y Nida].
Luego el versículo siguiente agrega que
todo aquel que entre al Reino seguirá el
ejemplo que Dios dio al dejar de trabajar
en el sábado (v. 10).
A medida que adoramos a Dios en el sép-
timo día de la semana, se nos recuerda que
Dios estableció el sábado al descansar Él
mismo cuando estaba preparando la tierra
para la humanidad, y que este día también
representa el descanso futuro que antici-
pamos en el Reino de Dios. El séptimo día,
sábado semanal, es entonces un impor-
tante recordatorio del plan que Dios tiene
para invitar a los seres humanos a que se
conviertan en parte de su familia eterna.
Las fiestas santas anuales
En Levítico 23 encontramos las siete fies-
tas santas anuales de Dios. Estas “santas
convocaciones” —asambleas ordena-
das— describen su plan de salvación para
la humanidad. El cuarto de estos días de
fiesta anuales, la Fiesta de Trompetas,
representa el regreso de Cristo para esta-
blecer el Reino de Dios en la tierra. Los
días santos anuales restantes les recuerdan
a los cristianos los pasos adicionales que
Dios va a tomar para completar el plan
que desde el principio Él y su Hijo han
diseñado para la humanidad.
Estos días santos fueron celebrados por
Cristo, sus discípulos y la Iglesia del pri-
mer siglo. Aunque fueron establecidos en
el Antiguo Testamento, Jesús amplificó el
significado cristiano. Uno de estos festiva-
les, la Fiesta de Tabernáculos, representa el
reinado de 1000 años de Cristo en la tierra.
Durante este milenio, con el Reino firme-
mente establecido en la tierra, vendrán
maravillosas bendiciones sobre todas las
personas que escuchen y respondan a la
enseñanza de Cristo. Desde la sanidad
para todas las dolencias físicas (Isaías
35:5-6) hasta la abundante producción
agrícola (vv. 2-3; Amós 9:13) y la paz uni-
versal (Isaías 9:7; 52:7; 54:10, 13).
El Reino de Dios va a ser el cambio mejor
recibido por todos los habitantes de la tie-
rra. Pero la mayor bendición de todas será
el conocimiento de Dios que incluirá una
invitación para todos, para que se con-
viertan en parte de su familia y vivan para
siempre, si es que las personas responden a
las amorosas instrucciones de Dios (Isaías
11:9; Habacuc 2:14).
Si desea aprender más acerca de estas
celebraciones bíblicas, vea el recuadro
“¿Qué significan los días santos de Dios?”.
Cuando celebramos estos días de fiesta
santos anuales, esto nos ayuda a tener