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              de nuestros pecados y solamente culpar
            
            
              a Satanás (Santiago 1:14), pero podemos
            
            
              entender su sutil pero poderosa influencia
            
            
              que ha desviado a la mayoría de las per-
            
            
              sonas y ha impedido que tengan una rela-
            
            
              ción cercana con su Creador. Él ha estado
            
            
              abriendo una brecha entre el hombre y
            
            
              Dios desde la época de Adán y Eva.
            
            
              Después del regreso de Cristo, Satanás
            
            
              debe ser removido para allanar el camino
            
            
              de la reconciliación de la humanidad con
            
            
              Dios. Con Satanás alrededor, no es posible
            
            
              alcanzar la paz real y duradera.
            
            
              
                Los dos machos cabríos
              
            
            
              En los rituales que Dios le dio a Israel para
            
            
              el Día de Expiación había uno que involu-
            
            
              craba dos machos cabríos. El sumo sacer-
            
            
              dote debía presentarlos delante de Dios y
            
            
              Dios mostraría cuál debía ser sacrificado
            
            
              por “el Señor” (representando a Jesucristo)
            
            
              y cuál sería por Azazel. Este macho cabrío
            
            
              era dejado vivo.
            
            
              “Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la
            
            
              cabeza del macho cabrío vivo, y confesará
            
            
              sobre él todas las iniquidades de los hijos
            
            
              de Israel, todas su rebeliones y todos su
            
            
              pecados, poniéndolos así sobre la cabeza
            
            
              del macho cabrío, y lo enviará al desierto
            
            
              por mano de un hombre destinado a
            
            
              esto… El que hubiere llevado el macho
            
            
              cabrío a Azazel, lavará sus vestido, lavará
            
            
              también con agua su cuerpo…” (Levítico
            
            
              16:21-22, 26).
            
            
              La conexión entre el macho cabrío por
            
            
              Azazel y el apresamiento de Satanás en
            
            
              Apocalipsis 20 es más clara cuando usted
            
            
              se entera que la mayoría de los erudi-
            
            
              tos creen que Azazel es el nombre de un
            
            
              demonio que habita en el desierto (
            
            
              Diccio-
            
            
              nario de la Biblia,
            
            
              Vol. 1 p. 326).
            
            
              
                Ayuno: Ser uno con Dios
              
            
            
              Cuando Satanás sea removido, para la
            
            
              humanidad será más fácil ver cuán nocivo
            
            
              es el pecado y cuán maravillosa la miseri-
            
            
              cordia de Dios. Con el tiempo, cada per-
            
            
              sona tendrá que reconocer sus propios
            
            
              pecados y tendrá la oportunidad de arre-
            
            
              pentirse y buscar el perdón de Dios y la
            
            
              reconciliación con Él. La purificación y
            
            
              la unidad con Dios serán la regla y no la
            
            
              excepción.
            
            
              La remoción de Satanás hace posible el
            
            
              sexto paso en el plan de Dios, un mundo
            
            
              utópico representado en la sexta fiesta, la
            
            
              Fiesta de los Tabernáculos.
            
            
              Foto: 123RF.com