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Reconociendo el problema
real: el pecado
Debemos reconocer la fuente de nuestros problemas antes de
que podamos comenzar el camino del cambio. En definitiva, el
problema es espiritual, y lleva el nombre bíblico de
pecado.
Todos saben los problemas tan serios
que existen en el mundo actualmente,
y la mayoría sólo podemos imaginar-
nos u opinar acerca de las causas de
todo el sufrimiento y la maldad que
nos rodea. Sin embargo, todo parece
demasiado complejo y sin solución.
Sin embargo, Dios puede ver a través
de toda la complejidad y confusión
para darnos una perspectiva clara de
lo que ha marchado erróneamente en
el mundo —y en nuestra vida. La res-
puesta es sencilla, aunque la solución
es difícil.
La causa subyacente de todos los pro-
blemas del mundo y los problemas en
que vivimos es
el pecado.
¿Qué es el pecado?
Sin El pecado es el quebrantamiento
de la ley de Dios en nuestros pensa-
mientos y nuestras acciones (1 Juan
3:4). Dios ha diseñado leyes perfectas
que cambian nuestra vida, nos ayudan
a crecer en sabiduría, nos dan entendi-
miento, nos traen gozo y llenan nues-
tra vida de gratificación y propósito.
Veamos cómo David, un hombre
según el corazón de Dios, describió
la ley de Dios en el Salmo 19: “La ley
del Eterno es perfecta, que convierte el
alma; el testimonio del Eterno es fiel,
que hace sabio al sencillo. Los manda-
mientos del Eterno son rectos, que ale-
gran el corazón; el precepto del Eterno
es puro, que alumbra los ojos. El temor
del Eterno es limpio, que permanece
para siempre; los juicios del Eterno
son verdad, todos justos. Deseables
son más que el oro, y más que mucho
oro afinado; y dulces más que miel, y
que la que destila del panal. Tu siervo
es además amonestado con ellos; en
guardarlos hay grande galardón” (vv.
7-11). (Nos gustaría que leyera nuestro
folleto acerca de
Los Diez Mandamien-
tos,
en el que se describen estas leyes
maravillosas y los efectos de obedecer-
las y desobedecerlas).
Aunque las leyes de Dios son buenas y
benéficas, la Biblia describe un ángel
que se rebeló contra Dios y desobe-