Página 13 - 2014-10-mandamientos

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pendiente de cada pajarillo que cae
y conoce el número de cabellos que
tenemos en nuestra cabeza, dice a sus
fieles seguidores: “Así que, no temáis;
más valéis vosotros que muchos paja-
rillos” (Mateo 10:31).
El temor correcto de Dios no es terror
o angustia, sino reverencia y profundo
respeto que reconoce el poder de Dios
todopoderoso y pone a Dios en pri-
mer lugar. Este respeto positivo debe
crecer en profunda apreciación del
amor de Dios y de sus leyes y camino
de vida. Nosotros debemos crecer de
tal manera que nuestra obediencia a
Dios no sea por temor sino que sea por
amor (1 Juan 4:18; 5:3).
Cómoquebrantamos el
PrimerMandamiento al no
poner aDios enprimer lugar
Existen muchos peligros y tentacio-
nes que pueden conducirnos a des-
obedecer el Primer Mandamiento.
Este mandamiento no es sólo acerca
de dioses y religiones falsas. Cualquier
cosa a la cual demos mayor prioridad
que al Dios verdadero es causa de que
pequemos.
El orgullo, que es una falla común
humana, quebranta este mandamiento
al ponerse uno mismo por encima de
Dios. Como escribió Santiago: “Pero
Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a
los humildes. Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y Él se acercará voso-
tros. Pecadores, limpiad las manos; y
vosotros los de doble ánimo, purificad
vuestros corazones. Afligíos, y lamen-
tad, y llorad. Vuestra risa se convierta
en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Humillaos delante del Señor, y Él os
exaltará” (Santiago 4:6-10).
Necesitamos buscar la ayuda de Dios
para ver las cosas desde la perspectiva
de Dios —para salirnos de nuestra
perspectiva egoísta.
La Biblia también advierte sobre las
fallas comunes humanas del olvido y
el descuido (Deuteronomio 8:11-19).
Tanto los buenos como los malos tiem-
pos pueden poner a prueba nuestro
compromiso de poner a Dios en pri-
mer lugar. Cómo respondemos a las
pruebas le muestra a Dios si lo pone-
mos siempre en primer lugar.